Carta de Marite desde Cork

Desde el punto de vista deportivo, es imposible agregar algo más, las crónicas son perfectas.

Todo lo demás, convivencia, estar alojado, traslados, multitudinarios e inmejorables.

Los 86 están sonrientes,  enamorados, y buscando chicas. La disposición de todos para todos es excelente. A los chicos se los ve disfrutando de cada momento y lugar. Hoy por la mañana los pasamos a buscar por el colegio que alojaba, CBC, y ya estaban todos esperando jugando un fulbito de a 50.

El colegio estaba sobre una colina de donde se divisaba la ciudad de Cork, con todas sus cúpulas recortadas en el cielo gris, con una lluvia suave pero constante y copiosa. Contrastaban los campos y las canchas de un verde... el famoso verde irlandés, intenso y de a ratos fluorescente.

Del colegio fundador en 1868 salimos a un castillo cercano, el castillo de Bradley, de película, de esos en los que Robin Hood rescataba a una princesa, con las piedras grises y las escaleras finitas y escarpadas que llegaban a la cúpula, dice la tradición que hay que darle un beso a una piedra y pedir 1 deseo.

En el medio se festejaron 2 cumpleaños, el de Zorraca y Murphy, nunca se lo van a olvidar, en Irlanda, de gira y con sus ochenta y tantos amigos.

Almuerzo, partidos en los que todos pusieron entregas y ganas de jugar. Terminamos con un tercer tiempo cena en el colegio. El día de hoy fue intenso, largo y cansador, pero la salida a la noche es casi una obligación escrita, así que están en el medio de una ciudad pequeña pero lindisima y rodeados de tradiciones, tréboles, puentes y duendes Irlandeses.

Un cariño grande para todos

Marité